viernes, 2 de agosto de 2013

No es fácil ser una princesa~

Esto es algo que suelo escribir en mi diario I N T I M O, ese pequeño y reducido espacio donde podes expresarte con total libertad, sin temor a ser juzgado por la gente y en donde sentís que esta escondido tu verdadero ser..

¿O eso me pasa solo a mi?

No lo creo, así que aunque no vuelva a escribir en esa vieja agenda forrada de jean que tanto de mí guarda, todavía tengo la necesidad de descargarme.

Empecemos por donde me quedé la última vez que escribí a mano (cosa que me veo obligada a dejar de hacer ya que esto es más rápido y me deja más tiempo para organizar mis ideas)...

Ah, si, la tan temida aunque en parte añorada ANOREXIA.




"No es fácil ser una princesa"

Estoy de acuerdo con esa frase, mucho más de lo que me gustaría. 

Durante años, ya habiendo dejado de lado mi rosada y muy femenina infancia, no me importó ni por asomo mi aspecto físico. Hacía lo que tenía ganas de hacer y ya, era más bien como un hombre en el cuerpo de una chica. Y si, soy consciente de que era así por mi amor GAY.


Dejando de lado eso y centrándome en lo que realmente quería escribir, la anorexia no es algo a lo que actualmente recurra -Y doy mil gracias a eso. 
Después de llevar esa dieta extrema en donde no ingería más de 300 calorías diarias, sumado a que realizaba -y todavía realizo- mucho ejercicio físico, inevitablemente caí enferma. Era un dolor insoportable, inaguantable y ni siquiera comparable a alguna clase de dolor físico.

El ODIARSE A SI MISMO.

Siempre fui de baja autoestima, pero eso era ya algo llevado al extremo.

Ana y Mia

¿Qué tan abominable es darle nombre de seres humanos a una enfermedad letal?
Es simple, es una forma para no sentirse en soledad. 
Es la forma encontrada para sentir que hay alguien que te acompaña, comprende y apoya. 
Es la forma de afrontar ese sentimiento de estar sola en el mundo, de que nade te comprende, de ser infeliz, de no ser capaz de comprender porque Todo El Mundo Parece Ser FELIZ Cuando Uno Mismo No Puede Serlo.

Injusto ¿No es así?

Cuando uno no se quiere, lo que más anhela es hacerlo; que las otras personas lo hagan, que le brinden ese apoyo, ese sostén que desesperadamente se está buscando... pero no se encuentra. 
No importa que tantos amigos, familiares, parejas, se tenga y que velen por vos. 
No significa nada, porque no se siente, no se hes capaz de sentirlo.

Como ya dije antes y es bien sabido, la anorexia es una enfermedad letal, y puede que la parte más trágica sea que si bien es evitable, no se quiere evitar. Cada persona que padece o padeció este desorden psicológico es plenamente consciente de sus acciones, de sus límites, de hasta que punto es capas de llevarse.

La muerte.

Lo sabemos, lo sabíamos, pero no queríamos evitarla.

Ese miedo irracional a ganar peso, a ser repudiado. A ODIARSE todavía más de lo que anteriormente se hacía. 
Verse en el espejo y no gustarse.
Pensar constantemente 
"Si fuera así, si fuera asá, me sentiría más a gusto conmigo misma"
"Si me sacara un poco de esto y lo pasara a esto..."
"Solamente quiero verme bien, no me voy a morir por ser una princesa"

MENTIRAS

No importa cuanto peso se pierda, no importa el dolor, las lágrimas, el corazón y el alma rotas en millones de pedazos y esparcidas por cualquier parte.
Nunca es suficiente.
Nunca vamos a poder vernos bien, como nos guste, como nos sentiríamos cómodas.
Nunca pareciera que sea suficiente sacrificio.
Nunca volver a comer.
Nunca. Nunca. Nunca.

"La comida tiene calorías, las calorías engordan, se pegan a mis caderas, mis muslos y mi abdomen.
Si como, engordo"

¿Vale la pena tanto sufrimiento?
¿Vale la pena llorar todos los días?
¿Vale la pena el ardor en el pecho y en el estómago?
¿Vale la pena el dolor físico?
¿Vale la pena auto flagelarse?
¿Vale la pena?
¿Lo vale?

"Si, lo vale. Todo vale para ser una princesa."

No, no lo vale.

Pero ahora soy capaz de llegar a esa conclusión, ahora que estoy en rehabilitación.
No consideré necesario la ayuda de un psicólogo, profesional o siquiera la de mi familia y amigos.
Salí adelante por mi propia cuenta, porque no quería seguir hundida en ese mar de depresión constante, en esa negrura infinita donde se hes incapaz de ser feliz.

Considero a la felicidad como lo más importante que hay en la vida.
La vida es una sola y hay que disfrutarla, sino ¿Para qué vivirla?
Tengo que confesar que consideré el suicidio más veces de las que me gustaría, y la gran mayoría de esas veces fueron durante la anorexia.

Pero ignoré esos impulsos y seguí adelante.

Mi anorexia es un secreto que de no ser porque necesito desahogarme por este medio me lo llevaría hasta la tumba. Es un mal que no le deseo ni a la peor de las personas. Por eso es que me obligué a dejarla.

No me gusto a mi misma y probablemente nunca lo haga.
Me sigo viendo gorda y fea.
Pero hago lo imposible y más para ser feliz aún así.
Sonreír bajo la lluvia,
Bailar en el viento,
Cerrar los ojos y disfrutar de la briza,
Encantarse con las mínimas cosas que se ven en la vida diaria.
Vivir la vida como si de un infante se tratase.
Asombrándose, descubriendo y apreciando lo que nos gusta, lo que nos hace feliz.

Sigo haciendo dieta, una dieta de entre 1.000 y 1.200 calorías combinadas con mucho ejercicio.
Lo admito, a veces me alegro cuando puedo evitar alguna comida o colación porque eso significa ingerir menos, engordar menos.
Pero trato de mantenerme firme con esto, de no llevarla a ningún extremo. 
Si quiero helado, como helado y me doy el gusto.
Si quiero flan, hay flan dietético, que si bien contiene calorías, no se comparan con las del flan casero pero si conservan gran parte de su sabor.
Si quiero un chocolate, me compraré uno bajo en azúcar.
Si quiero leche con chocolate, tomo un baso de leche con una cucharada de chocolate y medio sobrecito de azúcar baja en calorías.
Estas son cosas que antes ni se me hubiera ocurrido comer por más de que sean light ¡Sumaban calorías!
Pero aprendí que puedo comer y a su vez hacer dieta, y lo más importante, no hundirme en la desesperación que implica no adelgazar rápido.

Así, tal vez, solo tal vez, en algún momento voy a poder verme en el espejo y sentirme linda, con todas mis curvas propias de mujer, sin faltarme nada ni sobrarme nada.

Así, feliz de ser como soy.
Ese es mi mayor deseo en este momento...

No hay comentarios:

Publicar un comentario