lunes, 17 de marzo de 2014

Filosofía de Vida

Superarse a uno mismo puede ser difícil, a veces demasiado.
Cuesta intentarlo, porque el miedo a caer nos consume.
Uno trata, y trata tantas veces en vano que se apodera de nosotros la resignación, el decir "Ya no puedo más, me rindo, soy patética".
Pero nos olvidamos de algo muy importante, algo que habría que tener siempre en cuenta para cada situación de la vida: Si realmente queremos algo, debemos luchar por ello.
A algunas personas la vida les dio facilidades, y a otras simplemente no. Sin embargo, eso no significa ni mucho menos que debemos abandonar toda esperanza.
Es injusto,
Es complicado,
Pero no imposible.
La vida siempre nos va a poner obstáculos, y depende de nosotros, de cada uno de nosotros decidir que hacer frente a ello.
La opción más fácil a primera vista es esquivarlo y tomar otro camino. Tal vez sea la correcta, pero tal vez no. Tal vez la vida es puta, y con cada paso que demos nos encontremos con más y más trabas, hasta finalmente quedar encerrados dentro de nosotros mismos.
Tal vez hay obstáculos que simplemente, por mucho que tratemos de evitarlos se nos torna imposible, y no nos queda otra opción que enfrentarlos. No siempre va a ser fácil, puede tomarnos minutos, días, semanas e incluso años; pero lo importante es no dejar de luchar por ello.
Si realmente uno se propone a superar algo, inevitablemente en algún momento podrá hacerlo.
Pero no hay que olvidar, que no importan los fracasos, sino la perseverancia.
Saber manejar la frustración en estos casos también es de suma importancia, ya que generalmente vienen de la mano con los fracasos. Pero hay que dar lo mejor de nosotros en cada juego, aprovechar cada oportunidad que se nos presente para tornar esa frustración en nuestro mismo propulsor y llegar a ser algo mejor.
Muy fácil es decirlo, más no tanto hacerlo.
Hay veces que nos sentimos agobiados por esos obstáculos y no queremos saber más nada de la vida, queremos que todo termine y no tener que enfrentarnos a nada. Lloramos e imploramos por una respuesta, por algo que nos diga el motivo por el que pasamos lo que pasamos, sufrimos lo que sufrimos.
Somos seres débiles, y esa misma debilidad es la que nos oprime.
No se puede ser fuerte todo el tiempo, sonreír como si nada pasara y simular que realmente estamos bien.
Pero al fin de cuentas, si no se trata no se logra.
Desde mi punto de vista personal, no creo en la reencarnación ni en que tengamos una segunda oportunidad una vez muertos. La vida es una sola, y si no luchamos por lo que realmente queremos se nos torna insoportable, insufrible e intolerable.
Las fallas pueden ser muchas, pero después de tanto fallar es cuando realmente aprendemos a valorar esos momentos de felicidad. Después de conocer la oscuridad es cuando realmente se logra apreciar la luz.

No hay que dejar que nuestras debilidades dominen nuestras vidas, sino aceptarlas y tratar de superarlas. Asumir que hay cosas que por el momento no podemos hacer, pero que eso no significa que con fuerza de voluntad no se puedan lograr. Paso a paso vamos construyendo nuestras vidas, y a medida que se van apareciendo nuevos obstáculos, cada vez se nos hará más fácil superarlos porque ya vamos a haber aprendido a saltar después de tantas caídas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario