Y acá estoy de nuevo, oculta entre las sábanas.
Me retraigo a mi propio mundo e imagino como todo podría ser mejor. Pero esta opresión en el pecho me lo impide, me impide olvidar y me nubla el juicio.
Si solo pudiera encontrar una solución definitiva a todos mis problemas tal vez no dolería tanto.
Con la cabeza entre las almohadas y mis ojos ardiendo no dejo de pensar. Quizás las lágrimas limpien mi mente y me dejen pensar con más claridad. Quizás solo sirvan para espesar la bruma que me rodea.
Sea cual sea la respuesta, no la sé. Siento que no sé nada. No sé nada.
Con este pensamiento dando vueltas por mi cabeza no me atrevo a mirar hacia afuera. Me quiero quedar escondida y que nadie me encuentre jamás. No quiero admitir con vergüenza que fallé terriblemente, no quiero fingir que todo está bien y puedo salir adelante.
No puedo salir adelante.
Me quiero quedar a oscuras, a solas con mi cabeza. No quiero afrontar lo que se avecina.
Ya no quiero.
viernes, 15 de julio de 2016
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