El problema no es la falta de comunicación.
El problema no es la falta de amor.
El problema es la distancia,
Esa maldita distancia que me impide recostar la cabeza sobre tu hombro,
Que me impide besar tus labios y contemplar tus ojos.
Te extraño tanto, pero tanto, que me está resultando imposible seguir día a día.
Sé que me prometiste volver,
Sé que te prometí esperarte,
Sé que me amas y yo te amo,
Pero simplemente no aguanto más esta situación.
Extraño tus abrazos protectores, recordándome una y otra vez que estás cuando te necesito,
Extraño tus labios posándose sobre mi frente, en ese gesto de puro cariño que sé que me dedicas a exclusivamente a mi,
Extraño tus ojos, ese mar verdoso tan profundo y fácil de perderse en ellos,
Extraño tu presencia que me ilumina en el medio de un camino oscuro y sin rumbo.
Te extraño, pura y completamente.
Durante el día te pienso y añoro,
Durante la noche lloro por tu ausencia.
Lloro, enrollada en esa campera tuya que me dejaste para que te recuerde, preguntándome tristemente, si sientes la misma desesperación que yo.
Será egoísta pensar así, pero no soporto la idea de que te hayas ido,
No me reconforta la idea de que estés en un lugar hermoso, disfrutando, porque yo no puedo estar a tu lado.
No puedo pensar que estás feliz en algún lugar sin mi, porque yo no puedo ser feliz en un lugar en el que no estés.
No quiero ni imaginar la gente que te rodea en este instante, mujeres bellas, libres, sin las ataduras ni cicatrices que yo solo tengo para ofrecerte.
Soy egoísta al pensar que solo puedes ser para mi, cuando yo no tengo nada bueno que dar.
Pero la cruda verdad es que es así.
No te quiero cerca de nada ni nadie que no sea yo,
Eres mi mundo, y yo quiero poder ser el tuyo.
Y ahora que te fuiste, mi mundo me abandonó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario