Hay veces que tratas y tratas,
Bastante, mucho, demasiado.
Pero simplemente las cosas suceden, no puedes evitarlas,
Y tampoco nada te asegura que que quieras hacerlo.
Cada acto lleva a una consecuencia,
Antes de hacer algo, se analizan detalladamente.
Hay opciones más viables,
Más absurdas,
Más banales, sin sentido.
Uno tiende a inclinarse por determinada,
Creyendo que certeramente puede predecir el futuro.
No puede ocurrir nada de lo que no nos hayamos imaginado antes...
Finalmente, cuando la consecuencia ocurre,
Cuando ya no se puede volver atrás sobre lo avanzado,
Es cuando muchas veces decimos "No puede estar pasando esto".
¿Por qué no?
Nadie es dueño de su destino,
Este solamente ocurre por las decisiones que adoptemos según nuestras conveniencias en cada momento.
Pero nunca nadie nos aseguró nada,
Era simplemente nuestra mente que creía que podía manejarlo.
Al principio dejé de comer porque me veía gorda, asquerosa.
No toleraba mi reflejo en el espejo.
Me asfixiaba no estar conforme conmigo misma nunca.
Pasé por situaciones horribles, que nunca creí llegar.
Me había jurado no llegar.
Pero era inevitable que terminara sucediendo.
Sien embargo, mi perspectiva ahora cambió:
Mi cuerpo es casi en su totalidad músculo, resultado de mucho entrenamiento físico.
Ya no me interesa como me vea,
No me termino de agradar.
Probablemente nunca lo haga.
No me guío por unos números para sentirme satisfecha,
Me guío por mi autoestima,
Por mi personalidad.
Me obligo a mi misma a comer,
Porque si no lo hago no tengo energías para seguir entrenando.
Ahora, si decido dejar de hacerlo,
Cuando lo hago ya no es por mi peso,
Ya no es por mi figura,
Es para buscar tener control sobre algún aspecto de mi vida.
Viví reprimida mucho tiempo,
Quiero ser capaz de enfrentarme a algo.
Estoy insatisfecha con mi ser en su totalidad,
Y mi forma de enfrentarlo es auto-destruyéndome.
El no gustarme físicamente mutó a detestar también esa parte de mi forma de ser.
Odio el odiarme, y eso termina en más odio.
Con un plato de comida al frente me entra pánico.
No pánico a engordar,
Pánico simplemente porque me obligan a hacerlo.
No puedo tomar mis decisiones,
Porque la gente cree que puede tomarlas por mí.
No quiero hacer algo, pero me obligan a hacerlo.
Termino haciéndolo porque me obligan.
Lo hago con rencor,
Rencor que termina en mí por ceder.
Por ceder, es que me destruyo,
Me detesto.
martes, 31 de diciembre de 2013
sábado, 14 de diciembre de 2013
Is this horrible felling, when you put yourself into a test every time it's possible.
You think that, improving yourself is the only good way to overcome.
You H A V E T O be the best in everything. It's a big presion.A really big one.
There are a lot of things that you are not able to do, but you fell unsuccessfuly if you can't.
You're always in an extreme or in the other. Never in the middle. You can't be in the middle.
You can't control yourself enough to be in peace with your own mind.
You do everything; or simply, nothing.
You wish had the abilitie, but when you fell well, you realice that it's a big mistake.
There is not only one reason. Everything in your life seems to be aganist you.
You have to fight, but you're not strong enough.
You have to be the best, but you're useless
You think that, improving yourself is the only good way to overcome.
You H A V E T O be the best in everything. It's a big presion.A really big one.
There are a lot of things that you are not able to do, but you fell unsuccessfuly if you can't.
You're always in an extreme or in the other. Never in the middle. You can't be in the middle.
You can't control yourself enough to be in peace with your own mind.
You do everything; or simply, nothing.
You wish had the abilitie, but when you fell well, you realice that it's a big mistake.
There is not only one reason. Everything in your life seems to be aganist you.
You have to fight, but you're not strong enough.
You have to be the best, but you're useless
jueves, 12 de diciembre de 2013
A Diario ~
Hay momentos y momentos.
Llegan esos en los que logras mirarte en el espejo, sonreír y decir "Lo logré".
Evidentemente bajaste de peso,
Los huesos se lucen y los músculos se marcan.
Pasas tus manos por ellos, delineando su contorno.
Te ha costado llegar a ellos, y ahora te das el lujo de exhibirlos.
Estas contenta, feliz, como si todo el sacrificio hubiera valido la pena.
Pero de repente, esa vocecilla aparece para susurrarte nuevamente al odio: GORDA
Miras al espejo, y te preguntas dónde han quedado los huesos que instantes atrás te enorgullecían.
No hay más delicadeza ni belleza por ningún lado, solo grasa.
Grasa acumulada y amontonada en tus piernas, brazos, abdomen, caderas, etc, etc.
Hasta tus dedos parecerían haber engordado.
Te sientes mareada, porque no has comido lo suficiente para lograr verte bien, y ni siquiera eso lograste.
Contando y calculando detalladamente las calorías de cada alimento que estabas por consumir,
Si es que ingeriste algo, por supuesto.
Pero no.
Es una mala jugada de tu organismo.
No importa si dejas de comer, sientes que no adelgazas lo suficientemente rápido.
Pero si pruebas bocado, es como si engordaras kilos en segundos.
Y tiene más que su lógica, con el hambre que llevas aguantando, si te permites comer más bien devoras.
Sientes entre muchas cosas envidia.
Envidia a la gente que come y no engorda.
A esas mismas que los nutricionistas les dicen que deben engordar más, y aunque coman y coman no lo hacen.
A personas que tal vez no sean tan delgadas como a lo que tu aspiras, pero sin embargo se ven bien y pueden comer platos de comida sin sentirse culpables después.
Junto con eso llega la tristeza.
Esa fiel compañera que te acompaña a diario, pero que en esas ocasiones se te aferra y no la puedes evitar.
Las lágrimas se desbordan de tus ojos, y tus labios empiezan a temblar.
Caes de rodillas al suelo, preguntándote cuando será suficiente y a la vez culpándote por tu debilidad.
Puedes cortarte, golpearte, rasguñarte,
Cualquier tipo de daño físico que le impida el paso al emocional.
Te detestas, te odias, te aborreces, pero nada impedirá que sigas haciendo lo que haces.
Y de repente, te llaman.
Te incorporas lo más rápido que puedes y probablemente te marees.
Pero no importa, nadie merece verte en ese estado.
Eres una persona fuerte, o eso es lo que te esmeras en demostrar.
Te enjuagas la cara rápido, colocas bien tus ropas, sonríes.
Nada ha pasado, y nadie sospecha nada.
Llegan esos en los que logras mirarte en el espejo, sonreír y decir "Lo logré".
Evidentemente bajaste de peso,
Los huesos se lucen y los músculos se marcan.
Pasas tus manos por ellos, delineando su contorno.
Te ha costado llegar a ellos, y ahora te das el lujo de exhibirlos.
Estas contenta, feliz, como si todo el sacrificio hubiera valido la pena.
Pero de repente, esa vocecilla aparece para susurrarte nuevamente al odio: GORDA
Miras al espejo, y te preguntas dónde han quedado los huesos que instantes atrás te enorgullecían.
No hay más delicadeza ni belleza por ningún lado, solo grasa.
Grasa acumulada y amontonada en tus piernas, brazos, abdomen, caderas, etc, etc.
Hasta tus dedos parecerían haber engordado.
Te sientes mareada, porque no has comido lo suficiente para lograr verte bien, y ni siquiera eso lograste.
Contando y calculando detalladamente las calorías de cada alimento que estabas por consumir,
Si es que ingeriste algo, por supuesto.
Pero no.
Es una mala jugada de tu organismo.
No importa si dejas de comer, sientes que no adelgazas lo suficientemente rápido.
Pero si pruebas bocado, es como si engordaras kilos en segundos.
Y tiene más que su lógica, con el hambre que llevas aguantando, si te permites comer más bien devoras.
Sientes entre muchas cosas envidia.
Envidia a la gente que come y no engorda.
A esas mismas que los nutricionistas les dicen que deben engordar más, y aunque coman y coman no lo hacen.
A personas que tal vez no sean tan delgadas como a lo que tu aspiras, pero sin embargo se ven bien y pueden comer platos de comida sin sentirse culpables después.
Junto con eso llega la tristeza.
Esa fiel compañera que te acompaña a diario, pero que en esas ocasiones se te aferra y no la puedes evitar.
Las lágrimas se desbordan de tus ojos, y tus labios empiezan a temblar.
Caes de rodillas al suelo, preguntándote cuando será suficiente y a la vez culpándote por tu debilidad.
Puedes cortarte, golpearte, rasguñarte,
Cualquier tipo de daño físico que le impida el paso al emocional.
Te detestas, te odias, te aborreces, pero nada impedirá que sigas haciendo lo que haces.
Y de repente, te llaman.
Te incorporas lo más rápido que puedes y probablemente te marees.
Pero no importa, nadie merece verte en ese estado.
Eres una persona fuerte, o eso es lo que te esmeras en demostrar.
Te enjuagas la cara rápido, colocas bien tus ropas, sonríes.
Nada ha pasado, y nadie sospecha nada.
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Now
Hacía mucho tiempo no escribía algo, y es que simplemente hay veces donde no sé ni como describir como me siento.
Es como una montaña rusa interminable. Hay altos y bajos. Caídas y subidas. Momentos donde la vida pasa lenta, interminable, dejándome expectante. Y otros simplemente donde se me escapa de las manos sin que me de cuenta siquiera.
Me subo al carro, y lo aseguro. Me convenzo a mi misma de que vale disfrutar todo, sin poner en riesgo mi vida.
O simplemente me veo arrastrada a él, e inoportunamente la seguridad esta fallada. No depende de mí. Aunque tampoco me preocupo por llamar a alguien para que arregle al problema.
Solamente dejo que pase lo que tenga que pasar, sin ser del todo partícipe. Sin darme cuenta de lo que ocurre a mi alrededor, soy como un ente que camina entre las multitudes, esperando en la fila por algo que ni siquiera esta seguro si lo quiere..
En un momento puedo estar feliz, auténticamente feliz.
Y al segundo siguiente..
¡BOOM!
Una explosión, un destello, un comentario, un hecho, algo que me perturba y me veo envuelta de nueva cuenta en esa profunda marea donde siento que no puedo respirar y empiezo a hiperventilar.
Las lágrimas caen sin que pueda controlarlas, los hipidos extrañamente escapan de mi garganta cerrada, y antes de que sea consciente, me encuentro alejada de todo. En un lugar donde nadie me vea, un lugar donde pueda llorar a mares sin que me critiquen o intenten consolarme. Ya, honestamente, no sé cuál es peor. Mis brazos abrazan fuertemente mis piernas encogidas y oculto mi cara entre mis rodillas.
Pueden pasar horas y yo lo único que atino a hacer es llorar. Y pensar. Pensar, mucho.
Y de repente...
¡BOOM!
Me incorporo, enjuago mis lágrimas y limpio mi rostro, dispuesta a enfrentar al mundo.
Me cambio de ropa, sin atreverme a mirarme al espejo tal vez por temor a recaer, y una sonrisa se refleja en mi rostro.
La gran mayoría son falsas, pero se escapa una que otra honesta. Trato de olvidar lo sucedido momentos antes, hablando como si nada, fingiendo risas y carcajadas. Pero está bien. Así todo parece estar bien.
De esa forma me jodo yo sola, no preocupo al resto. Ellos no merecen una persona que les arruine la vida con su infelicidad.
Es como una montaña rusa interminable. Hay altos y bajos. Caídas y subidas. Momentos donde la vida pasa lenta, interminable, dejándome expectante. Y otros simplemente donde se me escapa de las manos sin que me de cuenta siquiera.
Me subo al carro, y lo aseguro. Me convenzo a mi misma de que vale disfrutar todo, sin poner en riesgo mi vida.
O simplemente me veo arrastrada a él, e inoportunamente la seguridad esta fallada. No depende de mí. Aunque tampoco me preocupo por llamar a alguien para que arregle al problema.
Solamente dejo que pase lo que tenga que pasar, sin ser del todo partícipe. Sin darme cuenta de lo que ocurre a mi alrededor, soy como un ente que camina entre las multitudes, esperando en la fila por algo que ni siquiera esta seguro si lo quiere..
En un momento puedo estar feliz, auténticamente feliz.
Y al segundo siguiente..
¡BOOM!
Una explosión, un destello, un comentario, un hecho, algo que me perturba y me veo envuelta de nueva cuenta en esa profunda marea donde siento que no puedo respirar y empiezo a hiperventilar.
Las lágrimas caen sin que pueda controlarlas, los hipidos extrañamente escapan de mi garganta cerrada, y antes de que sea consciente, me encuentro alejada de todo. En un lugar donde nadie me vea, un lugar donde pueda llorar a mares sin que me critiquen o intenten consolarme. Ya, honestamente, no sé cuál es peor. Mis brazos abrazan fuertemente mis piernas encogidas y oculto mi cara entre mis rodillas.
Pueden pasar horas y yo lo único que atino a hacer es llorar. Y pensar. Pensar, mucho.
Y de repente...
¡BOOM!
Me incorporo, enjuago mis lágrimas y limpio mi rostro, dispuesta a enfrentar al mundo.
Me cambio de ropa, sin atreverme a mirarme al espejo tal vez por temor a recaer, y una sonrisa se refleja en mi rostro.
La gran mayoría son falsas, pero se escapa una que otra honesta. Trato de olvidar lo sucedido momentos antes, hablando como si nada, fingiendo risas y carcajadas. Pero está bien. Así todo parece estar bien.
De esa forma me jodo yo sola, no preocupo al resto. Ellos no merecen una persona que les arruine la vida con su infelicidad.
domingo, 20 de octubre de 2013
Mi Autoestima
No soy creyente del Karma, no creo que haya una fuerza mística que haga que cada uno reciba lo que se merece. A todo el mundo le suceden cosas buenas y malas, y dependiendo de la actitud de cada uno para enfrentarlas va a definir el rumbo que le quiera dar a su vida.
Ahora, cuando ya no se tiene más fuerza para enfrentarlas,
Cuando no importa que tan duro hayas luchado para salir adelante,
E inevitablemente ves que vuelves a caer,
Y que ya no puedes levantarte para seguir,
Es cuando recurro al "¿Por qué, Karma? ¿Por qué?"
Es estúpidamente irónico, no creo en ello pero lo nombro todo el tiempo.
Tal vez sea mi cerebro recordándome lo inútil que soy, que hasta necesito de una "fuerza astral" para seguir teniéndolo presente y que NO SE ME OLVIDE.
Detesto ser como soy,
No logro comprender a la gente con autoestima.
Ya cada vez que creo sentirme bien conmigo misma,
Que me puedo mirar al espejo y decir "Bajé un poco de peso",
Abruptamente resuena una vocesita desde mi cabeza contestando "¿Qué crees que estas diciendo? ¡Si hasta incluso estás más gorda!"
Me deprimo, lloro un rato, me lavo la cara y salgo al mundo fuera de mi habitación fingiendo una sonrisa.
La gente me cree, hasta incluso dice que me veo más feliz, cuando en realidad estoy pasando por mis peores momentos.
Trato de no dejar de comer del todo, la parte racional de mi cerebro me dice que si no como, el momento en el que lo haga engordaré el doble.
Y la otra parte me dice que me veo como un ballenato lleno de grasa apenas probando bocado.
Y sin hacerlo también.
Trato de ignorarla lo más que me hes posible, pero muchas veces me veo a mi misma vomitando sin poder contenerme.
No puedo evitar sentir que todo el mundo me odia, y de nuevo esa vocesita: "No eres importante como para que la gente te tome en cuenta"
Tampoco puedo evitar el ir caminando por la calle y compararme con cualquier mujer que veo.
Flacas
Delgadas
Gordas
Obesas.
Y yo soy la peor de todas.
No me gusta decirme anoréxica ni bulímica, ya que ellas son todas hermosamente delgadas, y yo no soy más que un saco desbordante de calorías.
Mi vida es miserable, pero soy consciente que es porque yo misma lo quiero así.
Tengo miedo de un día quebrar, y admitir todo lo que pasa por mi cabeza.
Si lo hago, estoy segura que perdería la vida que armé hasta el momento.
No puedo confiar en nadie, ni siquiera en mí.
En especial en mí, yo soy la que más problemas me causo.
Mi mente es un constante
"Quiero vivir estando flaca"
y
"No soy flaca, entonces ¿Para qué estoy viviendo?"
Ahora, cuando ya no se tiene más fuerza para enfrentarlas,
Cuando no importa que tan duro hayas luchado para salir adelante,
E inevitablemente ves que vuelves a caer,
Y que ya no puedes levantarte para seguir,
Es cuando recurro al "¿Por qué, Karma? ¿Por qué?"
Es estúpidamente irónico, no creo en ello pero lo nombro todo el tiempo.
Tal vez sea mi cerebro recordándome lo inútil que soy, que hasta necesito de una "fuerza astral" para seguir teniéndolo presente y que NO SE ME OLVIDE.
Detesto ser como soy,
No logro comprender a la gente con autoestima.
Ya cada vez que creo sentirme bien conmigo misma,
Que me puedo mirar al espejo y decir "Bajé un poco de peso",
Abruptamente resuena una vocesita desde mi cabeza contestando "¿Qué crees que estas diciendo? ¡Si hasta incluso estás más gorda!"
Me deprimo, lloro un rato, me lavo la cara y salgo al mundo fuera de mi habitación fingiendo una sonrisa.
La gente me cree, hasta incluso dice que me veo más feliz, cuando en realidad estoy pasando por mis peores momentos.
Trato de no dejar de comer del todo, la parte racional de mi cerebro me dice que si no como, el momento en el que lo haga engordaré el doble.
Y la otra parte me dice que me veo como un ballenato lleno de grasa apenas probando bocado.
Y sin hacerlo también.
Trato de ignorarla lo más que me hes posible, pero muchas veces me veo a mi misma vomitando sin poder contenerme.
No puedo evitar sentir que todo el mundo me odia, y de nuevo esa vocesita: "No eres importante como para que la gente te tome en cuenta"
Tampoco puedo evitar el ir caminando por la calle y compararme con cualquier mujer que veo.
Flacas
Delgadas
Gordas
Obesas.
Y yo soy la peor de todas.
No me gusta decirme anoréxica ni bulímica, ya que ellas son todas hermosamente delgadas, y yo no soy más que un saco desbordante de calorías.
Mi vida es miserable, pero soy consciente que es porque yo misma lo quiero así.
Tengo miedo de un día quebrar, y admitir todo lo que pasa por mi cabeza.
Si lo hago, estoy segura que perdería la vida que armé hasta el momento.
No puedo confiar en nadie, ni siquiera en mí.
En especial en mí, yo soy la que más problemas me causo.
Mi mente es un constante
"Quiero vivir estando flaca"
y
"No soy flaca, entonces ¿Para qué estoy viviendo?"
martes, 24 de septiembre de 2013
Lo intenté, realmente lo hice,
Luché con todas mis fuerzas para un resultado en vano,
Intenté autosuperarme tan duramente, que la caída es ahora muy dolorosa.
Me siento fuerte cuando me venzo a mi misma,
Pero toda fortaleza tiene su debilidad: Yo.
Es difícil darse cuenta de que todo lo que hiciste,
todo lo que sacrificaste,
todo en lo que te esforzaste no tiene sentido.
Porque de una u otra forma vuelves a caer en el mismo pozo.
Es un agujero negro,
Como caer en un precipicio que no tiene fin,
Donde no importa de que tantas piedras logres agarrarte,
Lo único que se consigue son aún más rasguños.
Juré que no lo volvería a hacer,
Que no me dejaría vencer de nuevo.
Pero como no, me volví a defraudar.
Ya no es solamente mentirle al resto de la gente,
"Estoy bien",
"Nada me ocurre",
Sonreír sin razón aparente,
Ya es cuestión de engañarse a uno mismo.
Pero si hay algo de lo que no se puede huir es justamente de eso,
De esa persona que te mira con tristeza desde el espejo,
De esa persona que odias tanto que quisieras hacerla desaparecer de la faz de la tierra.
Pero es imposible,
Tan imposible exterminarla como quererla.
Me preguntaron "¿Eres feliz?"
No.
La felicidad no es un estado perpetuo,
No es algo que se pueda asegurar con tanta facilidad.
De ella dependen los momentos,
Las emociones.
¿Yo? ¿Feliz?
Ni cuando bajo de peso,
Siento que aún tengo mucho camino por recorrer.
Ni cuando me ejercito,
Los músculos y la cabeza me queman.
Ni cuando estoy con mis amigos,
No puedo evitar cuestionarme,
¿Por qué están felices?
¿Qué clase de alegría tiene la vida?
¿Por qué perdí la capacidad de verla?
Amaría, Adoraría poder volver a esas épocas donde nada me preocupaba,
Esas épocas donde, evidentemente, tenía algo de autoestima.
¿Cómo, cuándo, dónde la perdí?
Ya no lo se, ni tampoco planeo saberlo.
Saberlo implicaría volver,
Y ya no creo que haya marcha atrás.
Todo el tiempo me supero,
"Si se quiere, se puede"
Logré muchas cosas, pero ninguna me saca de este pozo,
De estas arenas movedizas.
Traté y traté, pero cuanto más lo intento más me hundo.
¿Ya no sería mejor dejar de intentarlo?
Sabiendo que no tiene sentido
¿No sería mejor abandonar?
Luché con todas mis fuerzas para un resultado en vano,
Intenté autosuperarme tan duramente, que la caída es ahora muy dolorosa.
Me siento fuerte cuando me venzo a mi misma,
Pero toda fortaleza tiene su debilidad: Yo.
Es difícil darse cuenta de que todo lo que hiciste,
todo lo que sacrificaste,
todo en lo que te esforzaste no tiene sentido.
Porque de una u otra forma vuelves a caer en el mismo pozo.
Es un agujero negro,
Como caer en un precipicio que no tiene fin,
Donde no importa de que tantas piedras logres agarrarte,
Lo único que se consigue son aún más rasguños.
Juré que no lo volvería a hacer,
Que no me dejaría vencer de nuevo.
Pero como no, me volví a defraudar.
Ya no es solamente mentirle al resto de la gente,
"Estoy bien",
"Nada me ocurre",
Sonreír sin razón aparente,
Ya es cuestión de engañarse a uno mismo.
Pero si hay algo de lo que no se puede huir es justamente de eso,
De esa persona que te mira con tristeza desde el espejo,
De esa persona que odias tanto que quisieras hacerla desaparecer de la faz de la tierra.
Pero es imposible,
Tan imposible exterminarla como quererla.
Me preguntaron "¿Eres feliz?"
No.
La felicidad no es un estado perpetuo,
No es algo que se pueda asegurar con tanta facilidad.
De ella dependen los momentos,
Las emociones.
¿Yo? ¿Feliz?
Ni cuando bajo de peso,
Siento que aún tengo mucho camino por recorrer.
Ni cuando me ejercito,
Los músculos y la cabeza me queman.
Ni cuando estoy con mis amigos,
No puedo evitar cuestionarme,
¿Por qué están felices?
¿Qué clase de alegría tiene la vida?
¿Por qué perdí la capacidad de verla?
Amaría, Adoraría poder volver a esas épocas donde nada me preocupaba,
Esas épocas donde, evidentemente, tenía algo de autoestima.
¿Cómo, cuándo, dónde la perdí?
Ya no lo se, ni tampoco planeo saberlo.
Saberlo implicaría volver,
Y ya no creo que haya marcha atrás.
Todo el tiempo me supero,
"Si se quiere, se puede"
Logré muchas cosas, pero ninguna me saca de este pozo,
De estas arenas movedizas.
Traté y traté, pero cuanto más lo intento más me hundo.
¿Ya no sería mejor dejar de intentarlo?
Sabiendo que no tiene sentido
¿No sería mejor abandonar?
viernes, 9 de agosto de 2013
"- No soy emo..
Respondí de manera calmada, mientras que disimuladamente ocultaba con mi manga las claras marcas de cortes en mi muñeca."
La gente juzga sin siquiera conocer,
Insultan sin saber,
Se creen dueños de la verdad,
Cuando ni siquiera saben por lo que pasé.
No se hes apto para cuestionar nada si nunca se estuvo en el lugar de esa persona.
Solo así, y únicamente así, se podrá tener una idea de las situaciones ajenas.
Broken Porcelain Doll
Every street in this city, is the same to me
Everyone's got a place to be,
But there's no room for me.
Am i to blame?
When the guilt and the shame hang over me.
Like a dark cloud,
That chases you down in the pouring rain.
It's so hard to find someone who cares about you,
But it's easy enough to find someone who looks down on you.
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
When it's easy enough to find someone who looks down on you.
It's not what it seems,
When you're not on the scene,
There's a chill in the air.
But there's people like me,
That nobody sees, so nobody cares.
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
When it's easy enough to find someone who looks down on you.
Why is it so hard to find someone who can keep it together
When you've come undone ?
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
I swear this time it won't turn out,
The same 'cause now i've got myself to blame,
And you'll know where we'll end up,
On the streets that is easy enough,
To find someone who looks down on you.
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
When it's easy enough to find someone who looks down on you.
Why is it so hard to find someone who can keep it together,
When you've come undone ?
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
"Someone Who Cares"
Three Days Grace
Parece mentira.
No puedo creer que realmente no le importe a nadie,
Ni a las personas que en el fondo amo.
A nadie.
N A D I E
Es un duro juego en donde siempre salgo perdiendo.
Trato de dar lo mejor de mi,
Sonreir,
Complacer a la gente.
Pero al parecer cuanto más aflojo yo la cuerda, los demás más tiran de ella.
Nunca parecer ser suficiente lo que hago,
Nunca nadie me da las gracias, si importar lo mucho que me haya costado hacerlo,
Nunca me toman en serio.
Siempre me ven cara de boluda por ser tan buena,
Siempre se terminan aprovechando de mi.
Por eso, es que conservo mi escudo de valentía.
Finjo que nada me importa y que nada me hace daño.
Pero la realidad es muy distinta.
Soy de seguro de las personas más sensibles que puedas encontrar.
Extremadamente sentimental
Y demasiado frágil.
Como una muñeca que en cualquier momento puede romperse.
Y si fuera por el resto, le pasan por arriba a la pobre,
Pisándola,
Rompiéndola,
Machacándola,
Haciéndola polvo y luego esparciéndolo.
Ya estoy harta de fingir ser fuerte,
Nunca lo logro e inevitablemente todas las noches termino llorando en la oscuridad de mi habitación.
Sin importarle a nadie.
A nadie.
Estas son de las veces donde no puedo evitar cuestionarme si realmente lo hiciera,
Si realmente desapareciera,
Si realmente fuera tan valiente como para quitarme la vida.
¿A alguien le importaría?
No lo creo.
O por lo menos no durante mucho tiempo.
Quiero que alguien me quiera,
¡Por favor!
Ya no aguanto más tanta soledad.
Deseo morir.
Soy una persona que nació para ser acompañada.
Para dar y recibir amor.
Ese sincero y desinteresado.
Pero no lo consigo por ningún lado.
¿Seré demasiado intolerante?
Es posible.
Pero no quiero que me hagan más daño.
Mi corazón y mi alma ya están rotos en demasiadas partes.
Tan difícil es encontrar a alguien que esté dispuesto a arreglarlo...
No puedo culparlos después de todo.
Nadie querría a una muñeca de porcelana rota,
Perdería su encanto.
Nadie querría una muñeca de porcelana rearmada,
Perdería la gracia.
Nadie.
Everyone's got a place to be,
But there's no room for me.
Am i to blame?
When the guilt and the shame hang over me.
Like a dark cloud,
That chases you down in the pouring rain.
It's so hard to find someone who cares about you,
But it's easy enough to find someone who looks down on you.
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
When it's easy enough to find someone who looks down on you.
It's not what it seems,
When you're not on the scene,
There's a chill in the air.
But there's people like me,
That nobody sees, so nobody cares.
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
When it's easy enough to find someone who looks down on you.
Why is it so hard to find someone who can keep it together
When you've come undone ?
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
I swear this time it won't turn out,
The same 'cause now i've got myself to blame,
And you'll know where we'll end up,
On the streets that is easy enough,
To find someone who looks down on you.
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
When it's easy enough to find someone who looks down on you.
Why is it so hard to find someone who can keep it together,
When you've come undone ?
Why is it so hard to find someone who cares about you ?
"Someone Who Cares"
Three Days Grace
Parece mentira.
No puedo creer que realmente no le importe a nadie,
Ni a las personas que en el fondo amo.
A nadie.
N A D I E
Es un duro juego en donde siempre salgo perdiendo.
Trato de dar lo mejor de mi,
Sonreir,
Complacer a la gente.
Pero al parecer cuanto más aflojo yo la cuerda, los demás más tiran de ella.
Nunca parecer ser suficiente lo que hago,
Nunca nadie me da las gracias, si importar lo mucho que me haya costado hacerlo,
Nunca me toman en serio.
Siempre me ven cara de boluda por ser tan buena,
Siempre se terminan aprovechando de mi.
Por eso, es que conservo mi escudo de valentía.
Finjo que nada me importa y que nada me hace daño.
Pero la realidad es muy distinta.
Soy de seguro de las personas más sensibles que puedas encontrar.
Extremadamente sentimental
Y demasiado frágil.
Como una muñeca que en cualquier momento puede romperse.
Y si fuera por el resto, le pasan por arriba a la pobre,
Pisándola,
Rompiéndola,
Machacándola,
Haciéndola polvo y luego esparciéndolo.
Ya estoy harta de fingir ser fuerte,
Nunca lo logro e inevitablemente todas las noches termino llorando en la oscuridad de mi habitación.
Sin importarle a nadie.
A nadie.
Estas son de las veces donde no puedo evitar cuestionarme si realmente lo hiciera,
Si realmente desapareciera,
Si realmente fuera tan valiente como para quitarme la vida.
¿A alguien le importaría?
No lo creo.
O por lo menos no durante mucho tiempo.
Quiero que alguien me quiera,
¡Por favor!
Ya no aguanto más tanta soledad.
Deseo morir.
Soy una persona que nació para ser acompañada.
Para dar y recibir amor.
Ese sincero y desinteresado.
Pero no lo consigo por ningún lado.
¿Seré demasiado intolerante?
Es posible.
Pero no quiero que me hagan más daño.
Mi corazón y mi alma ya están rotos en demasiadas partes.
Tan difícil es encontrar a alguien que esté dispuesto a arreglarlo...
No puedo culparlos después de todo.
Nadie querría a una muñeca de porcelana rota,
Perdería su encanto.
Nadie querría una muñeca de porcelana rearmada,
Perdería la gracia.
Nadie.
lunes, 5 de agosto de 2013
Girl
¿Ves a aquella chica?
¿Acaso la vez realmente?
La princesita, la niña perfecta.
La que aparenta tener la vida ideal,
Inteligente,
Complaciente,
Agraciada,
Humilde,
Independiente,
Dedicada,
H E R M O S A.
La jovencita que cualquier persona desearía ser.
La niña que todo padre adoraría.
La chica que sufre,
Se siente sola,
Abandonada.
La que todas las noches llora en un rincón de su habitación.
La que fuertemente busca a alguien que la quiera.
La que es capaz de sacrificar su felicidad con tal de agradarle al resto.
Dicen que solo un drogadicto es capaz de distinguir a otro a la distancia.
Que una persona que miente sabe reconocer las mentiras.
Que las que pecan visualizan los pecados.
Que una anoréxica sabe reconocer a otra.
Por eso, puedo afirmarlo con total seguridad y sin ningún miedo a equivocarme.
No es perfecta.
Nunca lo será.
Fingirá humildad,
Pero yo se que no se gusta.
Fingirá solidaridad,
Pero yo se que es un arma de doble filo.
Fingirá independencia,
Pero yo se que lo que quiere es que la acompañen.
Princesas.
Ya yo desearía ser una.
Y por eso lo digo.
Nada es tan perfecto como lo hacen parecer.
Mentiras,
Inseguridades,
Secretos.
Pero yo se la verdad, la que se oculta detrás de esa fachada de cabellos rubios.
No se cuelga, se auto-critica.
No se quiere, se detesta.
No se cuida, hace dieta.
No come, evita comidas.
No lo admite, es anoréxica.
¿Acaso la vez realmente?
La princesita, la niña perfecta.
La que aparenta tener la vida ideal,
Inteligente,
Complaciente,
Agraciada,
Humilde,
Independiente,
Dedicada,
H E R M O S A.
La jovencita que cualquier persona desearía ser.
La niña que todo padre adoraría.
La chica que sufre,
Se siente sola,
Abandonada.
La que todas las noches llora en un rincón de su habitación.
La que fuertemente busca a alguien que la quiera.
La que es capaz de sacrificar su felicidad con tal de agradarle al resto.
Dicen que solo un drogadicto es capaz de distinguir a otro a la distancia.
Que una persona que miente sabe reconocer las mentiras.
Que las que pecan visualizan los pecados.
Que una anoréxica sabe reconocer a otra.
Por eso, puedo afirmarlo con total seguridad y sin ningún miedo a equivocarme.
No es perfecta.
Nunca lo será.
Fingirá humildad,
Pero yo se que no se gusta.
Fingirá solidaridad,
Pero yo se que es un arma de doble filo.
Fingirá independencia,
Pero yo se que lo que quiere es que la acompañen.
Princesas.
Ya yo desearía ser una.
Y por eso lo digo.
Nada es tan perfecto como lo hacen parecer.
Mentiras,
Inseguridades,
Secretos.
Pero yo se la verdad, la que se oculta detrás de esa fachada de cabellos rubios.
No se cuelga, se auto-critica.
No se quiere, se detesta.
No se cuida, hace dieta.
No come, evita comidas.
No lo admite, es anoréxica.
viernes, 2 de agosto de 2013
No es fácil ser una princesa~
Esto es algo que suelo escribir en mi diario I N T I M O, ese pequeño y reducido espacio donde podes expresarte con total libertad, sin temor a ser juzgado por la gente y en donde sentís que esta escondido tu verdadero ser..
¿O eso me pasa solo a mi?
No lo creo, así que aunque no vuelva a escribir en esa vieja agenda forrada de jean que tanto de mí guarda, todavía tengo la necesidad de descargarme.
Empecemos por donde me quedé la última vez que escribí a mano (cosa que me veo obligada a dejar de hacer ya que esto es más rápido y me deja más tiempo para organizar mis ideas)...
Ah, si, la tan temida aunque en parte añorada ANOREXIA.
"No es fácil ser una princesa"
Estoy de acuerdo con esa frase, mucho más de lo que me gustaría.
Durante años, ya habiendo dejado de lado mi rosada y muy femenina infancia, no me importó ni por asomo mi aspecto físico. Hacía lo que tenía ganas de hacer y ya, era más bien como un hombre en el cuerpo de una chica. Y si, soy consciente de que era así por mi amor GAY.
Dejando de lado eso y centrándome en lo que realmente quería escribir, la anorexia no es algo a lo que actualmente recurra -Y doy mil gracias a eso.
Después de llevar esa dieta extrema en donde no ingería más de 300 calorías diarias, sumado a que realizaba -y todavía realizo- mucho ejercicio físico, inevitablemente caí enferma. Era un dolor insoportable, inaguantable y ni siquiera comparable a alguna clase de dolor físico.
El ODIARSE A SI MISMO.
Siempre fui de baja autoestima, pero eso era ya algo llevado al extremo.
Ana y Mia
¿Qué tan abominable es darle nombre de seres humanos a una enfermedad letal?
Es simple, es una forma para no sentirse en soledad.
Es la forma encontrada para sentir que hay alguien que te acompaña, comprende y apoya.
Es la forma de afrontar ese sentimiento de estar sola en el mundo, de que nade te comprende, de ser infeliz, de no ser capaz de comprender porque Todo El Mundo Parece Ser FELIZ Cuando Uno Mismo No Puede Serlo.
Injusto ¿No es así?
Cuando uno no se quiere, lo que más anhela es hacerlo; que las otras personas lo hagan, que le brinden ese apoyo, ese sostén que desesperadamente se está buscando... pero no se encuentra.
No importa que tantos amigos, familiares, parejas, se tenga y que velen por vos.
No significa nada, porque no se siente, no se hes capaz de sentirlo.
Como ya dije antes y es bien sabido, la anorexia es una enfermedad letal, y puede que la parte más trágica sea que si bien es evitable, no se quiere evitar. Cada persona que padece o padeció este desorden psicológico es plenamente consciente de sus acciones, de sus límites, de hasta que punto es capas de llevarse.
La muerte.
Lo sabemos, lo sabíamos, pero no queríamos evitarla.
Ese miedo irracional a ganar peso, a ser repudiado. A ODIARSE todavía más de lo que anteriormente se hacía.
Verse en el espejo y no gustarse.
Pensar constantemente
"Si fuera así, si fuera asá, me sentiría más a gusto conmigo misma"
"Si me sacara un poco de esto y lo pasara a esto..."
"Solamente quiero verme bien, no me voy a morir por ser una princesa"
MENTIRAS
No importa cuanto peso se pierda, no importa el dolor, las lágrimas, el corazón y el alma rotas en millones de pedazos y esparcidas por cualquier parte.
Nunca es suficiente.
Nunca vamos a poder vernos bien, como nos guste, como nos sentiríamos cómodas.
Nunca pareciera que sea suficiente sacrificio.
Nunca volver a comer.
Nunca. Nunca. Nunca.
"La comida tiene calorías, las calorías engordan, se pegan a mis caderas, mis muslos y mi abdomen.
Si como, engordo"
¿Vale la pena tanto sufrimiento?
¿Vale la pena llorar todos los días?
¿Vale la pena el ardor en el pecho y en el estómago?
¿Vale la pena el dolor físico?
¿Vale la pena auto flagelarse?
¿Vale la pena?
¿Lo vale?
"Si, lo vale. Todo vale para ser una princesa."
No, no lo vale.
Pero ahora soy capaz de llegar a esa conclusión, ahora que estoy en rehabilitación.
No consideré necesario la ayuda de un psicólogo, profesional o siquiera la de mi familia y amigos.
Salí adelante por mi propia cuenta, porque no quería seguir hundida en ese mar de depresión constante, en esa negrura infinita donde se hes incapaz de ser feliz.
Considero a la felicidad como lo más importante que hay en la vida.
La vida es una sola y hay que disfrutarla, sino ¿Para qué vivirla?
Tengo que confesar que consideré el suicidio más veces de las que me gustaría, y la gran mayoría de esas veces fueron durante la anorexia.
Pero ignoré esos impulsos y seguí adelante.
Mi anorexia es un secreto que de no ser porque necesito desahogarme por este medio me lo llevaría hasta la tumba. Es un mal que no le deseo ni a la peor de las personas. Por eso es que me obligué a dejarla.
No me gusto a mi misma y probablemente nunca lo haga.
Me sigo viendo gorda y fea.
Pero hago lo imposible y más para ser feliz aún así.
Sonreír bajo la lluvia,
Bailar en el viento,
Cerrar los ojos y disfrutar de la briza,
Encantarse con las mínimas cosas que se ven en la vida diaria.
Vivir la vida como si de un infante se tratase.
Asombrándose, descubriendo y apreciando lo que nos gusta, lo que nos hace feliz.
Sigo haciendo dieta, una dieta de entre 1.000 y 1.200 calorías combinadas con mucho ejercicio.
Lo admito, a veces me alegro cuando puedo evitar alguna comida o colación porque eso significa ingerir menos, engordar menos.
Pero trato de mantenerme firme con esto, de no llevarla a ningún extremo.
Si quiero helado, como helado y me doy el gusto.
Si quiero flan, hay flan dietético, que si bien contiene calorías, no se comparan con las del flan casero pero si conservan gran parte de su sabor.
Si quiero un chocolate, me compraré uno bajo en azúcar.
Si quiero leche con chocolate, tomo un baso de leche con una cucharada de chocolate y medio sobrecito de azúcar baja en calorías.
Estas son cosas que antes ni se me hubiera ocurrido comer por más de que sean light ¡Sumaban calorías!
Pero aprendí que puedo comer y a su vez hacer dieta, y lo más importante, no hundirme en la desesperación que implica no adelgazar rápido.
Así, tal vez, solo tal vez, en algún momento voy a poder verme en el espejo y sentirme linda, con todas mis curvas propias de mujer, sin faltarme nada ni sobrarme nada.
Así, feliz de ser como soy.
Ese es mi mayor deseo en este momento...
¿O eso me pasa solo a mi?
No lo creo, así que aunque no vuelva a escribir en esa vieja agenda forrada de jean que tanto de mí guarda, todavía tengo la necesidad de descargarme.
Empecemos por donde me quedé la última vez que escribí a mano (cosa que me veo obligada a dejar de hacer ya que esto es más rápido y me deja más tiempo para organizar mis ideas)...
Ah, si, la tan temida aunque en parte añorada ANOREXIA.
"No es fácil ser una princesa"
Estoy de acuerdo con esa frase, mucho más de lo que me gustaría.
Durante años, ya habiendo dejado de lado mi rosada y muy femenina infancia, no me importó ni por asomo mi aspecto físico. Hacía lo que tenía ganas de hacer y ya, era más bien como un hombre en el cuerpo de una chica. Y si, soy consciente de que era así por mi amor GAY.
Dejando de lado eso y centrándome en lo que realmente quería escribir, la anorexia no es algo a lo que actualmente recurra -Y doy mil gracias a eso.
Después de llevar esa dieta extrema en donde no ingería más de 300 calorías diarias, sumado a que realizaba -y todavía realizo- mucho ejercicio físico, inevitablemente caí enferma. Era un dolor insoportable, inaguantable y ni siquiera comparable a alguna clase de dolor físico.
El ODIARSE A SI MISMO.
Siempre fui de baja autoestima, pero eso era ya algo llevado al extremo.
Ana y Mia
¿Qué tan abominable es darle nombre de seres humanos a una enfermedad letal?
Es simple, es una forma para no sentirse en soledad.
Es la forma encontrada para sentir que hay alguien que te acompaña, comprende y apoya.
Es la forma de afrontar ese sentimiento de estar sola en el mundo, de que nade te comprende, de ser infeliz, de no ser capaz de comprender porque Todo El Mundo Parece Ser FELIZ Cuando Uno Mismo No Puede Serlo.
Injusto ¿No es así?
Cuando uno no se quiere, lo que más anhela es hacerlo; que las otras personas lo hagan, que le brinden ese apoyo, ese sostén que desesperadamente se está buscando... pero no se encuentra.
No importa que tantos amigos, familiares, parejas, se tenga y que velen por vos.
No significa nada, porque no se siente, no se hes capaz de sentirlo.
Como ya dije antes y es bien sabido, la anorexia es una enfermedad letal, y puede que la parte más trágica sea que si bien es evitable, no se quiere evitar. Cada persona que padece o padeció este desorden psicológico es plenamente consciente de sus acciones, de sus límites, de hasta que punto es capas de llevarse.
La muerte.
Lo sabemos, lo sabíamos, pero no queríamos evitarla.
Ese miedo irracional a ganar peso, a ser repudiado. A ODIARSE todavía más de lo que anteriormente se hacía.
Verse en el espejo y no gustarse.
Pensar constantemente
"Si fuera así, si fuera asá, me sentiría más a gusto conmigo misma"
"Si me sacara un poco de esto y lo pasara a esto..."
"Solamente quiero verme bien, no me voy a morir por ser una princesa"
MENTIRAS
No importa cuanto peso se pierda, no importa el dolor, las lágrimas, el corazón y el alma rotas en millones de pedazos y esparcidas por cualquier parte.
Nunca es suficiente.
Nunca vamos a poder vernos bien, como nos guste, como nos sentiríamos cómodas.
Nunca pareciera que sea suficiente sacrificio.
Nunca volver a comer.
Nunca. Nunca. Nunca.
"La comida tiene calorías, las calorías engordan, se pegan a mis caderas, mis muslos y mi abdomen.
Si como, engordo"
¿Vale la pena tanto sufrimiento?
¿Vale la pena llorar todos los días?
¿Vale la pena el ardor en el pecho y en el estómago?
¿Vale la pena el dolor físico?
¿Vale la pena auto flagelarse?
¿Vale la pena?
¿Lo vale?
"Si, lo vale. Todo vale para ser una princesa."
No, no lo vale.
Pero ahora soy capaz de llegar a esa conclusión, ahora que estoy en rehabilitación.
No consideré necesario la ayuda de un psicólogo, profesional o siquiera la de mi familia y amigos.
Salí adelante por mi propia cuenta, porque no quería seguir hundida en ese mar de depresión constante, en esa negrura infinita donde se hes incapaz de ser feliz.
Considero a la felicidad como lo más importante que hay en la vida.
La vida es una sola y hay que disfrutarla, sino ¿Para qué vivirla?
Tengo que confesar que consideré el suicidio más veces de las que me gustaría, y la gran mayoría de esas veces fueron durante la anorexia.
Pero ignoré esos impulsos y seguí adelante.
Mi anorexia es un secreto que de no ser porque necesito desahogarme por este medio me lo llevaría hasta la tumba. Es un mal que no le deseo ni a la peor de las personas. Por eso es que me obligué a dejarla.
No me gusto a mi misma y probablemente nunca lo haga.
Me sigo viendo gorda y fea.
Pero hago lo imposible y más para ser feliz aún así.
Sonreír bajo la lluvia,
Bailar en el viento,
Cerrar los ojos y disfrutar de la briza,
Encantarse con las mínimas cosas que se ven en la vida diaria.
Vivir la vida como si de un infante se tratase.
Asombrándose, descubriendo y apreciando lo que nos gusta, lo que nos hace feliz.
Sigo haciendo dieta, una dieta de entre 1.000 y 1.200 calorías combinadas con mucho ejercicio.
Lo admito, a veces me alegro cuando puedo evitar alguna comida o colación porque eso significa ingerir menos, engordar menos.
Pero trato de mantenerme firme con esto, de no llevarla a ningún extremo.
Si quiero helado, como helado y me doy el gusto.
Si quiero flan, hay flan dietético, que si bien contiene calorías, no se comparan con las del flan casero pero si conservan gran parte de su sabor.
Si quiero un chocolate, me compraré uno bajo en azúcar.
Si quiero leche con chocolate, tomo un baso de leche con una cucharada de chocolate y medio sobrecito de azúcar baja en calorías.
Estas son cosas que antes ni se me hubiera ocurrido comer por más de que sean light ¡Sumaban calorías!
Pero aprendí que puedo comer y a su vez hacer dieta, y lo más importante, no hundirme en la desesperación que implica no adelgazar rápido.
Así, tal vez, solo tal vez, en algún momento voy a poder verme en el espejo y sentirme linda, con todas mis curvas propias de mujer, sin faltarme nada ni sobrarme nada.
Así, feliz de ser como soy.
Ese es mi mayor deseo en este momento...
jueves, 1 de agosto de 2013
El Amor~
Ese amor que se siente en la juventud, que eres incapaz de controlar, que te anula todos los sentidos y solo eres capaz de fijarlos en esa persona.
Ese único foco que parece ser el centro de tu vida, tu razón de ser quién sos y cómo sos.
Ese amor que es capaz de destruirte y construirte a su gusto y en solo cuestión de segundos.
Que te hace llorar,
Reír,
Fantasear,
Soñar.
Ese amor que es tan pasional, tan necesario e inevitable.
Lamentablemente, solamente queda la opción de bajar la cabeza y asentir fingiendo una sonrisa, las más duras de dar.
Ese único foco que parece ser el centro de tu vida, tu razón de ser quién sos y cómo sos.
Ese amor que es capaz de destruirte y construirte a su gusto y en solo cuestión de segundos.
Que te hace llorar,
Reír,
Fantasear,
Soñar.
Ese amor que es tan pasional, tan necesario e inevitable.
Que te hace capaz de derrumbar una muralla con tal de sacarle una sonrisa a esa persona tan especial.
Esa persona que se convierte en tu centro, tu todo.
Sientes que eres capaz de dar hasta lo imposible por ella,
Por su sonrisa,
Por estar ahí para secar sus lágrimas,
Por estar siempre a su lado,
Abrasándola,
Y, como no, besándola.
Esos besos tiernos, cargados de sentimientos puros y promesas mudas de cariño sin límites.
El permanecer al lado de la persona especial es uno de los mejores regalos que la vida te puede brindar. Son momentos donde la felicidad reina, las risas abundan, las sonrisas florecen.
No importa nada más...
O eso es lo que quisiera creer.
Se siente, no se niega ni se discute, que se lleve a la vida real es muy distinto.
Considerar importantes a gente que no te devuelve el sentimiento es duro, decepcionante.
Te sentís vacío, incompleto.
Te falta tu otra mitad, la que te completa y te da alegría.
Pero en mi caso es aún peor.
Dejar ir a una persona que te devuelve el sentimiento puro y caso que es el amor, solamente por terceros.
Es angustiante y abrumador.
Dejar ir a una persona que te devuelve el sentimiento puro y caso que es el amor, solamente por terceros.
Es angustiante y abrumador.
Es vivir inseguro sobre si esas personas alguna vez serán capaces de hacer el mismo sacrificio por vos que alguna vez vos hiciste por ellos.
Es vivir callada, resignada.
Después de todo...
Es vivir callada, resignada.
Después de todo...
Si dejas ir a tu amor, a tu vida ¿Qué sentido tiene seguir reclamando por algo más?
Lamentablemente, solamente queda la opción de bajar la cabeza y asentir fingiendo una sonrisa, las más duras de dar.
martes, 2 de abril de 2013
Random
It's really stupid, i know that... but i have to talk! Or write, is the same for me
Well... I'm on this unconfortables situations when you're sure of sth, but then you realice that the reality is really different..
I've been trying to overcome myself, trying to be more sociable, but obviously i was wrong. As always. How can it be possible? Why am i so useless? I don't know... Recently, i'm able only for choose the worst option..
However, i've met an ex-school friend.. I feel that i can talk about everything with him. I don't know why i trust on him so hardly, maybe cause i know him the enough for talk but not enough for really care about what he think..
Asdasdf I'd told him everything, but i'm still not sure at all if it really helped me. I wanna think so, but i feel guilty yet..
Well... I'm on this unconfortables situations when you're sure of sth, but then you realice that the reality is really different..
I've been trying to overcome myself, trying to be more sociable, but obviously i was wrong. As always. How can it be possible? Why am i so useless? I don't know... Recently, i'm able only for choose the worst option..
However, i've met an ex-school friend.. I feel that i can talk about everything with him. I don't know why i trust on him so hardly, maybe cause i know him the enough for talk but not enough for really care about what he think..
Asdasdf I'd told him everything, but i'm still not sure at all if it really helped me. I wanna think so, but i feel guilty yet..
Suscribirse a:
Entradas (Atom)